¿Por qué hacerse la mamografía?
El motivo esencial para realizarse la mamografía es que permite detectar lesiones en la mama hasta dos años antes de que se hagan palpables,
lo que significa que al realizarse la prueba, en caso de dar positivo,
sería posible aplicar tratamientos menos agresivos, como es el caso de
la cirugía conservadora, que dejan menos secuelas físicas y psicológicas
en la mujer.
La mamografía es la prueba más eficaz para detectar el cáncer de mama, y por ello todas las mujeres deben acudir como mínimo cada dos años a realizársela. Hay diferentes profesionales de la ginecología
que difieren en la edad propicia para realizarse la prueba, pero en lo
que todos coinciden es que la enfermedad empeora con el paso de los
años. Así, todas las mujeres de entre 50 y 69 deben hacerse una mamografía pese a que no hayan tenido síntomas
con anterioridad. Por su parte, las mujeres de entre 40 y 50 años deben
hacerse mamografías periódicamente, preferiblemente todos los años. No
obstante, estos datos no eximen a las más jóvenes de acudir al la
clínica asiduamente para tener controlada su salud mamaria.
Además, este examen del pecho no produce dolor y se trata de un procedimiento muy sencillo y totalmente inofensivo, pues la dosis de radiación empleada en la mamografía es mínima.
Por lo tanto, aunque la autoexploración no tiene ninguna
contraindicación, es más, se recomienda tener un control sobre el propio
cuerpo, lógicamente no es tan fiable como la opinión de un médico.